Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros

     Bienvenidos a la Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros, en esta página queremos que todas las personas pertenecientes a la Hermandad, tengan toda la información sobre ella, puedan hacer sus sugerencias, y de forma genérica tener un nexo de unión de fácil acceso. Para todos los que nos visiten que no pertenezcan a la Hermandad, que sepan de nuestra existencia y nos gustaría que de su visita saquen la idea, de cual es nuestra historia y lo más importante cuál es nuestra razón de ser y cómo cumplimos nuestros objetivos.

     Como Hermano Mayor repito mi más cordial bienvenida, espero que encontréis el espíritu de una Hermandad cuya característica más importante es la sencillez, la de intentar hacer fácil para todo el mundo su pertenencia a ella , teniendo en cuenta que nuestra razón de ser es el culto y veneración al Santo Cristo de los Artilleros, y que para ello nos basamos en nuestra mejor voluntad y en todas las tradiciones que hemos heredado de nuestros antepasados, estas premisas son las que guían siempre nuestros pasos.

      El "Cristo de la Misión" se trata de una imagen policromada del Siglo XVII, con iconografía de ECCE HOMO, manos cruzadas sobre el pecho, cabeza inclinada a al derecha y corona de espinas natural. Se contempla en él un tratamiento esmerado en espalda y codos, figurando heridas y contusiones muy realistas. Es la imagen que portada a hombros, procesiona la Hermandad en su salida Penitencial del Sábado de Dolores.

    La imagen que procesiona la Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros, es sus Salidas Penitenciales de Lunes Santo y Viernes Santo, es el Santo Cristo de la Caña, propiedad de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, en cuya Iglesia recibe culto durante todo el año.

     Dicho Cristo fue tallado en el año 1.622 por el gran imaginero Gregorio Fernández. Jesús se encuentra sentado, vestido con una clámide púrpura; en su mano derecha soporta una caña, que cae sobre el antebrazo izquierdo, que es el símbolo que le entregaron los judíos para expresar su condición de Rey. Sus sienes se encuentran coronadas de espinas, como segundo atributo de su realeza. La corona es de espinas naturales, pues Gregorio Fernández nunca las esculpió sobre la cabeza; al parecer, el imaginero personalmente trenzaba con sus manos espino natural en forma de corona, que posteriormente colocaba sobre la cabeza del Señor, dando con este gesto por rematada su obra.

Un afectuoso saludo

Juan Antonio Hernando Cañas